Como ya sabemos el óxido ocurre naturalmente cuando ciertos metales están expuestos al oxígeno y al agua durante un largo periodo de tiempo.
En baños, es muy común que aparezca el óxido en algunos elementos, como en los grifos, los lavamanos, las bañeras e incluso en la cerámica si están en contacto con algún metal.
Este óxido se forma a partir de la corrosión que produce el agua sobre el metal, por el contacto permanente.
Primordialmente las causas que provocan la formación de óxido en nuestro baño, es la poca calidad y pureza del agua, alguna fuga de agua a causa de alguna avería en las tuberías, o restos de productos de higiene, como la crema de afeitar o jabón de manos, que no se hayan limpiado o secado de inmediato.
Lo recomendable es evitar que las piezas duren mojadas por largos períodos de tiempo, es importante mantenerlas secas luego de usarlas.
Para eliminar esas desagradables manchas de óxido puedes recurrir a ciertos ingredientes caseros que son ideales, como el vinagre, el limón, la sal, el bicarbonato de sodio y la lejía.
Vinagre y bicarbonato de sodio
Esta famosa mezcla ayuda a eliminar las peores manchas de óxido.
Aplica directamente el vinagre con un atomizador y de inmediato espolvorea el bicarbonato, notarás cómo empieza a verse el efecto efervescente, deja reposar por media hora y luego frota con una esponja, si no ha salido del todo, repite este proceso tres veces por semana.
Vinagre y sal de grano
Haz una mezcla con sal y vinagre, frota las zonas donde quieras limpiar. Puedes frotar con un cepillo de cerdas duras o incluso con papel aluminio.
Legía y bicarbonato
La combinación del bicarbonato y lejía es súper potente.
Forma una pasta de bicarbonato con lejía, espárcela sobre la zona oxidada y deja que actúe por unos minutos. Con un cepillo quita la mezcla y el óxido, que se desprenderá fácilmente.
De esta manera eliminarás el óxido del baño, devolvíendole su aspecto original, renovado y limpio.
