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El uso diario del lavamanos, conlleva a un desgaste que requiere  cambiar el grifo con el paso del tiempo. Comprobarás como en apenas una hora podrás disfrutar de tu nuevo grifo, ahorrando los costos de instalación.

También puede que queramos renovarlo por cuestiones estéticas (arañazos, diseño anticuado…). En todo caso, es una tarea de fontanería que se puede realizar sin necesidad de tener conocimientos avanzados de bricolaje, ni comprar muchas herramientas o materiales.

Cambiar el grifo del lavamanos es una sencilla tarea de fontanería que puedes hacer tú mismo siguiendo los pasos de este tutorial.  Además te daremos algunos trucos y recomendaciones para que todo salga perfecto.

 

Consejos y consideraciones previas antes de cambiar el grifo

Antes de poner manos a la obra, hay una serie de consejos y consideraciones que debes tener en cuenta para cambiar el grifo:

 

Tipos de grifos


Grifos unimando o monomando

Los grifos monomando son los que cuentan, como su nombre indica, con un solo mando para regular el caudal y mezclar el agua caliente con el agua fría.

Son las variantes más comunes y se utilizan en cocinas y en baños, tanto en los lavamanos como en los bidés.

Si bien han sido utilizados durante mucho tiempo en las duchas o bañeras, hoy en día se prefiere optar por los tipos de grifos termostáticos, que veremos más adelante. La ventaja de los grifos monomando es su sencillez y su comodidad a la hora de utilizarlos.


Grifos bimando

Los grifos bimando son aquellos que cuentan con una llave para el agua fría y otra para el agua caliente. Aunque son muy poco prácticos, suelen elegirse cuando se busca una estética determinada. Puesto que recuerdan a la grifería antigua, dan un toque rústico a la vivienda.


Grifos termostáticos

Por último, los grifos termostáticos son aquellos que cuentan con dos mandos diferentes. Uno de ellos nos permite regular la temperatura del agua, mientras que el otro se encarga de controlar el caudal de agua.

En la actualidad, son los tipos de grifos más populares, ya que permiten ahorrar una gran cantidad de agua. Además de esto, son capaces de bloquear la salida del agua caliente si se produce un corte en la fría y no se ven afectados por la apertura de otros grifos en la vivienda.

El siguiente tutorial te mostrará paso a paso cómo cambiar el grifo monomando, así como algunos consejos para que realices esta tarea con éxito.

 

Herramientas y materiales

Antes de continuar necesitamos las siguientes herramientas para cambiar el grifo nuevo:

  • Llave de tubo
  • Llave inglesa
  • Destornillador

 

  • Grifería. Elige el grifo que mejor se adapte a tu lavamanos, ya sea de caño alto o bajo, de dos llaves o monomando. Aprovecha para instalar un grifo con un mecanismo ahorrador de agua con el que podrás reducir el consumo hasta un 50%.

 

  • Lavamanos. Los lavamanos de pedestal suelen tener el grifo más accesible a la hora de cambiarlo. En el caso de los lavamanos sobre mueble y encastrado dependerá de si se puede acceder a ellos quitando los cajones del mueble, o hay que desmontarlo de la encimera.

 

  • Material complementario. Además de los materiales y herramientas necesarios para cambiar el grifo, te aconsejamos que coloques un recipiente debajo de la toma que recoja el agua que pueda caer.

 

También conviene que tengas a mano una linterna para poder iluminar bien la zona, así como un trapo o paño para limpiar la superficie del lavamanos antes de colocar el nuevo grifo y durante el proceso de instalación.

¿Cómo cambiar el viejo grifo por uno nuevo paso a paso?

1º.- Quitar el antiguo grifo del lavamanos

El primer paso consistirá en quitar el antiguo grifo. Para ello, en primer lugar, habrá que cerrar las entradas de agua caliente y fría y abrir el grifo para comprobar que no sale agua. Si las llaves de paso no se han cerrado en mucho tiempo, puede que no giren correctamente.

En este caso se puede optar por cerrar la llave de paso general de la vivienda.

Seguidamente, desenrosca los latiguillos de cada toma con ayuda de una llave inglesa. Para sujetar el grifo verás que hay una tuerca ancha alrededor de un tubo roscado.

Aflójalo con una llave de tubo y gírala hasta extraerla totalmente junto con el acople de sujeción en forma de herradura y la junta de goma.

Por último, extrae el antiguo grifo por la parte superior del lavamanos y conserva las piezas que estén en buenas condiciones para posibles reparaciones.

2º.- Instalar el nuevo grifo

Cambiar el grifo supone el proceso inverso al paso anterior. Para ello, en primer lugar debemos asegurarnos de que el grifo tenga una junta de estanqueidad que evite fugas de agua.

En caso contrario, antes de enroscar habrá que colocar cinta de teflón alrededor de la rosca del grifo en el sentido de las agujas del reloj.

Se enroscarán los latiguillos a la parte interior, así como el tornillo roscado de sujeción, empezando con los dedos y finalizando con un destornillador de punta plana. Una vez se haya introducido por el orificio del lavabo, se colocará la junta de goma, el acople de sujeción y la tuerca de apriete con la llave de tubo.

Finalmente, enrosca cada latiguillo a su toma de agua correspondiente apretándolo con la llave inglesa. Normalmente, el de la izquierda es el del agua caliente y el de la de la derecha el del agua fría. Si el latiguillo no fuera lo suficientemente largo, puedes conectarle otro.

Después de seguir todos estos pasos habrás conseguido cambiar el grifo por uno nuevo y del diseño deseado.

Ahora solo queda abrir de nuevo las llaves de paso, comprobar que no haya ninguna fuga y, por supuesto, lavarte las manos después de haber realizado este cambio.      ¿A que no ha sido tan difícil?

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