La “retención de líquido” conocido como Edema, es ocasionado por una acumulación excesiva de líquido en los tejidos.
En realidad, no se trata de una enfermedad como tal, sino de un síntoma de una gran variedad de patologías, que van desde situaciones totalmente benignas, hasta otras más graves, por lo que cualquier paciente que desarrolle retención de líquido debe consultar a su médico.
La mayoría de las personas creen que basta con beber 2 litros de agua al día. Pero no es así, también tienes que moverte, liberar toxinas y llevar una vida activa.
Prepara una vez a la semana una infusión de diente de león o romero (Este tipo de diuréticos tienen, además, propiedades regeneradoras y astringentes, por lo que representa un excelente remedio natural para la retención de líquido), y haz ejercicio de manera regular, así evitarás que siga acumulándose.
Un aumento brusco de sodio en plasma (producida por una ingesta alta en sal), hace que el agua salga de las células y se produzca así, la retención de líquido.
Los principales síntomas que verás si tienes retención de líquido:
– Aumento del perímetro abdominal.
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– Aumento de peso inexplicable.
– Presencia de fóvea (hundimiento de la piel después de presionar con el dedo)
– Hinchazón en piernas y tobillos.
Para evitarla o mejorar la retención de líquido, trata de:
– Hidratarse mejor, toma agua de 2 a 3 litros diarios.
– Realizar actividad física de manera regular.
– Evitar estar sentad@ por largos períodos de tiempo.
– Ingerir alimentos ricos en potasio.
– Reducir el consumo de alimentos con sodio. (Lácteos: la leche, los yogures, los quesos blancos y los quesos sin sal pueden consumirse sin inconvenientes. Sin embargo, se restringirá el consumo de quesos curados y semicurados, ya que su contenido de sodio es muy alto y por ende retendrás más líquido).
– Dormir lo que tu cuerpo necesite.
– Mantener las piernas elevadas.
– Utilizar el drenaje linfático manual.