Para liberarnos del estrés y las preocupaciones, nada como un buen ritual de relajación para el momento del baño, no necesitarás más de media hora y si tu cuarto de baño no es de revista o, incluso, si solo tienes una ducha, tú también podrás crear un pequeño e íntimo spa en casa.
Esto es lo que necesitas para crear tu ritual de relajación:
Con las prisas estamos dejando de lado las bañeras para sustituirlas por las duchas, pero lo cierto es que las primeras nos ofrecen una gran diferencia: su función terapéutica. Por ejemplo, tomar baños relajantes sería mucho más que una cuestión de higiene. Se puede convertir en un ritual para relajar el cuerpo después del estrés del día.
Los preparativos del baño también son importantes. Comienza planificando tu ritual adecuado, para disfrutar del baño.
El baño se realizará siempre con agua caliente, pero siempre soportable. Esto se hace para potenciar los aromas y los beneficios de los ingredientes que utilicemos.
Abre el grifo del agua caliente para crear todo el vapor posible. Con esto conseguirás abrir los poros de la piel para que empiecen a purificarse. Disfruta de este momento dedicando unos instantes a respirar profundamente para empezar a relajarte.
¿Problemas para dormir? Un buen baño te ayudará. Hierve manzanilla o lavanda, vierte esa agua a la bañera y sumérgete con una música relajante de fondo. Un guante para masajear tu piel te ayudará a relajarte aún más. Si no tienes bañera, hierve manzanilla o lavanda disponla en un litro de agua y échatela al final del baño.
Para dos: Un romántico baño en pareja es el ritual más relajante que puedas tener, solo necesitas una bañera con pétalos de rosa o jazmín, agua caliente, unas gotas de aceite de rosas y unas gotitas de perfume. Ambienta el entorno con unas velas y deja volar la imaginación.
Es recomendable realizar estos rituales al terminar la jornada diaria y no por la mañana.
Que el baño sea tu lugar íntimo en donde relajarte sea tu prioridad.
