Cuando salgas de casa lo primero que debes hacer es colocarte protector solar. Siempre pensamos que solo debemos usarlo cuando vamos a playa, y no es así, pues con el simple hecho de ir al supermercado o salir a pasear al perro, ya nos estamos exponiendo a los rayos del sol.
El uso de protector solar es de gran importancia ya que ayuda a evitar arrugas prematuras y principalmente ayuda a prevenir el cáncer de piel.
Desde hace algún tiempo venimos escuchando lo importante que es protegernos del sol con cremas adecuadas, pero… ¿qué peligros tiene el no hacerlo? Los rayos solares llamados UVA y UVB (rayos ultravioleta) pueden cambiar la estructura de tu piel cuando está expuesta de manera continua, y puede provocar manchas, quemaduras, arrugas prematuras y lunares provocando melanoma (cáncer de piel).
El sol también es bueno para nuestra salud, al ayudarnos a la formación de la vitamina D. Lo que debemos procurar es no exponernos a él en exceso y mucho menos sin ninguna protección.
También es importante que tomes otras medidas de protección, como evitar exposiciones largas entre las 11am y las 03pm, intenta usar gorros y sombreros, gafas de sol que protejan tus ojos y, sobre todo, beber mucho líquido para mantener tu piel hidratada y minimizarle el impacto.
Una buena educación desde pequeños, en la que se inculque el uso diario de crema solar es fundamental para evitar que en el futuro haya más posibilidades de desarrollar un cáncer de piel. Porque disfrutar de la energía y la felicidad que aporta el sol no tiene que estar reñido con el cuidado de nuestra salud.
Hoy queremos enseñarte a cómo preparar nuestro protector solar casero, para que estés prevenido de todo lo anterior mencionado.
Después de pasar tus días de vacaciones en la playa, junto a tu familia o tu pareja, puede ser que cuando vuelvas a la oficina una palmadita en la espalda sea insoportable a causa de las dolorosas quemaduras que el sol dejó en tu piel.
Evitarlas será sencillo con este protector solar casero, sólo con estos ingredientes y siguiendo estas sencillas instrucciones:
- ¼ taza de aceite vegetal de coco.
- Media taza de aceite de oliva.
- ¼ taza de cera de abeja
- Unas gotas (como una cucharada) de aceite esencial de su preferencia.
- Dos cucharadas pequeñas de óxido de zinc.
- Deja derretir en baño de maría la cera de abeja junto con el aceite de oliva y el aceite de coco. Remueve y mezcla los ingredientes.
- Agrega el óxido de zinc hasta unificarlo con la mezcla, eso sí, evitando inhalarlo.
- Retira la mezcla del fuego cuando tenga un aspecto viscoso. Espera unos minutos a que se enfríe, antes de envasarla en su recipiente definitivo.
- Deja reposar durante todo un día y ya queda listo para utilizar.
Los aceites vegetales son aquellos que contienen ácidos grasos, sin olor y que se extraen de frutos oleaginosos y semillas. Es importante que sean virgen puro 100% natural, pues cuanto más procesados menor capacidad protectora tendrá.
Algunos de estos aceites vegetales y su factor de protección son:
- Aceite de avellana (FPS 10)
- Aceite de oliva (FPS 7)
- Aceite de coco (FPS 7)
- Aceite de ricino (FPS 5)
- Aceite de almendras (FPS 4)
- Aceite de jojoba (SPF 4)
- Aceite de sésamo (bloquea un 30% de los rayos UV)
- Aceite de cacahuete (bloquea un 20%)
- Aceite de semillas de algodón (bloquea un 20%)
- Aceite de aguacate
- Aceite de cáñamo
- Aceite de rosa mosqueta
- Aceite de germen de trigo, con elevadas cantidades de vitamina E