Sea cual sea el método que elijas y aunque tomes todas las precauciones del mundo, el rasurado no deja de ser una agresión para la piel. Después de usar la cuchilla, la cera, la máquina eléctrica o el láser, la dermis suele quedar más reseca, irritada, enrojecida e incluso dolorida.
La piel también queda más sensible, por lo que si la exponemos al sol enseguida, podrían aparecer manchas. Zonas como el rostro, la ingle y las axilas suelen ser las más sensibles, zonas en las que debemos tener mayor cuidado.
¡Nada de prisas! eso de “sólo toma minutos” en realidad resulta fatal para la piel, rasurarse es algo que no debería hacerse con prisa, en el caso de que no tengas minutos de más por la mañana, es mejor que te rasures por la noche. Además, evitarás estar con la piel irritada o enrojecida.
Si rasurarte te produce irritación, rasguños y cortadas, sigue leyendo para que encontrar los consejos para la piel sensible y comienza a disfrutar de un rasurado más suave y más cómoda.
Toma en cuenta ciertos detalles antes de comenzar con el rasurado o afeitada:
El agua caliente: con el calor se debilita el pelo y la cuchilla pasa con más facilidad. Lo ideal es ducharse antes y así ya tienes los poros abiertos.
La crema de afeitar: te ayudará a mantener el pelo hidratado durante el rasurado para que sea más blando y fácil de cortar. Ésta crea una fina capa protectora entre las hojas y la piel, lo que garantiza una menor fricción y minimiza el riesgo de sufrir enrojecimiento, irritación, rasguños y cortes, aplícala en la zona que desees tratar. El objetivo es lubricar completamente la piel antes de pasar la afeitadora.
Las afeitadoras: cambia tu afeitadora cuando empieces a sentir tirones o molestias. Algunas cuentan con una cinta indicadora que se pondrá blanca o se quitará, en ese momento es posible que ya no estés obteniendo una afeitada óptima, lo que estás haciendo es irritar tu piel.
Una buena técnica: el rasurado debe ser con pasadas suaves y ligeras. La afeitadora es la que debe hacer el trabajo, no tú. Comienza el rasurado en dirección al crecimiento del vello, luego de ser necesario, aféitate en contra para una afeitada aún más al ras. Deja el rasurado de los bordes de los labios de último, pues ésta zona estará más hidratada. Después enjuaga bien la piel con agua fría y sécate con golpes suaves, usa loción para después del rasurado, para refrescar y humectar tu piel.
También es importante luego del rasurado utilizar crema hidratante, es el mejor modo de resequedad.
¡Así que ya sabes! Toma en cuenta estos consejos, para que logres lucir una piel más hidratada y menos enrojecida, después del rasurado.